Aunque mi madre diga que esto de
las Redes Sociales se parezca más al Lado Oscuro que nos describía George Lucas, o al
Mordor de Tolkien, yo las sigo viendo, con mis casi 38 años, como una
herramienta brutal, donde poder compartir, siempre con responsabilidad,
conocimientos y experiencias de cualquier tipo.
En este sentido, Twitter me ha
permitido unirme a una comunidad de corredores populares denominada
#RunnersTwiteros entre los que destacan por su actividad nuestros amigos de
@DrinkingRunners y @TheRedRunners