3 de julio de 2017, 10 de la
mañana, pegado al ordenador de Digital2G
esperando a que abran las inscripciones del Trail de Montanejos 2017, donde
pretendo participar el 5 de noviembre del mismo año, en la modalidad de 30 kms.
10:02 am, inscripción realizada, y
tras el pago de los 25 euros, soy uno de los 375 participantes que está dentro!!
En pocas horas se terminan las plazas para poder participar en una de las
mejores pruebas del calendario nacional de trail: El TDM.
Este año, además de subir la
distancia, tenía el aliciente de poder correr con dos de mis cuñados, por lo
que la diversión o el sufrimiento estaba más que asegurado.
16 de octubre, una lumbociática que
no deja de darme guerra, y a falta de los resultados de la resonancia que me he
hecho hoy, siguiendo los consejos de mi traumatóloga, me caigo de la
convocatoria más esperada del año, al igual que me ocurrió con el Medio Maratón de Valencia.
Al comentarlo con los compañeros
del Club y compartir mi tristeza por las redes sociales, empiezo a recibir mensajes,
whatsapps y llamadas de personas interesándose por los dos dorsales.
Sin posibilidad de cambiar el
titular del dorsal, por fechas, sigue habiendo muchas personas que muestran un
interés real en comprarme el dorsal, a pesar de no ser ellos los titulares. Y
éste es el motivo fundamental por el que escribo este post.
Cuando uno se inscribe a una
carrera, ha de asumir las reglas, que para algo están.
El dorsal de una carrera, te lo
tienes que ganar, bien acreditando una marca, bien siendo el más rápido a la
hora de la inscripción, o simplemente teniendo suerte.
Es una oportunidad
muy buena de poder recuperar los cerca de 50 euros que me dejé entre ambas
inscripciones.
Pero siempre he criticado, a
los que corren con dorsales falsos, a los que piden salir en cajones
preferentes para correr menos agobiados (este particularmente me flipa), a los
que dan el dorsal a otro corredor más rápido para que acredite marca para
correr uno de los 5Majors, o para conseguir los puntos que le faltan para tener
plaza en el UTMB, o a los que a última hora compran y venden dorsales que irán
siempre asociados al nombre de un corredor distinto del que participa en la carrera.
Sabías además, que si corres una
carrera de forma fraudulenta, y te caes,
te da una pájara, o simplemente llega el “Tio del Mazo” y te lesionas, estás
corriendo y participando en un evento sin estar cubierto por el seguro de la
carrera? y esto te puede salir muy caro.
A todo esto se suma la cuestión ética
y moral, que en mi caso es la que me impide traficar con estos dos dorsales.
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